El gas butano, propano o metano es inoloro en sí. Tanto en las garrafas o el gas natural de cañería se le le agregan un sustancia olorífica para ser detectada por el olfato. Por lo general el gas de las garrafas es más fuerte (más detectable al olor) que el gas natural. No obstante, en los tiempos que vivivimos, no debería ser el olfato el detector, sino un detector de gas. A veces podemos estar resfriados, con la nariz tapada y no advertir el gas. De todas forma si hemos detectado una fuga de gas, ya sea por el olfato, o porque nos avisa un sensor, estas son las medidas que debemos tomar:
- No accionemos interruptores ni aparatos eléctricos.
- No encendamos fósforos ni velas (ni cigarrillos obviamente).
- Hay que abrir puertas y ventanas para que la habitación se ventile.
- Cerremos las llaves de paso de gas del artefacto que sospechemos (si es posible la llave general).
- Ante la fuga confirmada, llama a Litoral Gas y abandona el recinto.
- No vuelvas a abrir la llave de paso hasta haber reparado la instalación o el artefacto averiado.
¿Que hay del monóxido de carbono?
El monóxido es indetectable al olfato, no te das cuenta y provoca desvanecimiento y luego la muerte. El monóxido de carbono se forma por una combustión deficiente entre el gas y el oxígeno. Esto puede darse en estufas o calefones averiados (que queman mal). También si se calefacciona a leña (hogar) o mediante braseros pueden provocar monoxido. Lo mejor para detectarlo es instalar un detector electrónico. Ante la alarma del mismo, lo mejor es ventilar y desalojar el recinto (sin aspirar nada).
